Así nació la idea.
Encontré en internet este gráfico, no se deciros en que página o de quien es exactamente, no lo recuerdo, se que me gustó muchísimo y me animó para hacer la alfombra.
Luego escogí los colores que más se parecían a los del gráfico, pues me gustaron. Podría haber puesto otros en naranjas, o azules o cualquier otro color
Y vas haciendo cruces, y cruces y cruces, ¡ay, mi madre, no se acaba nunca!
Hasta que un día, sin querer ¡eureka! ya no quedan más cruces, es como si te faltara algo, je,je,je.
Entonces es hora de rematar, ¿cómo?, pues yo hice un festón en los lados largos, y dejé flecos en los cortos; le planché por detrás entretela para que quedara con más cuerpo... ¡et, voilá!
Me ha costado un tiempo hacerla, (es verdad que entre cruz y cruz de alfombra he hecho muchas más cruces de otras labores) pero ya está terminada.
Yo la veo bastante bien, estoy orgullosa del trabajo, y lo más importante de todo, he disfrutado haciendo mi alfombra.
Ya haré más, eso seguro.