Gracias a todos por vuestras visitas y vuestros comentarios.
Agradezco siempre que penséis en mi blog cuando dais premios, pero tengo por costumbre no recogerlos, espero me comprendáis. Tengo premio suficiente con que visitéis este sitio.

viernes, 29 de mayo de 2015

Solución a la adivinanza

La solución a la adivinanza del 25-5-15

La carta.

Hemos perdido la costumbre de escribirlas,
pero eso se puede arreglar, ¿os animáis?
¡Sólo tenemos que escribirlas!

Y nuestra amiga Maite nos deja dicho:



Buen fin de semana.

jueves, 28 de mayo de 2015

Otra vida

Hoy os pongo una canción para compartir.
"Otra vida", cantada por Alejandro Fernández.
Espero que os guste.

lunes, 25 de mayo de 2015

Adivina, adivinanza

La adivinanza del 25-5-15

"Habla sin voz,
es comida y transportada;
puede traer la tristeza
o la alegría a tu casa."

Buena semana.
Recordad que aún se pueden votar 
los relatos.

viernes, 22 de mayo de 2015

lunes, 18 de mayo de 2015

Adivina, adivinanza

La adivinanza de hoy, lunes, 18-5-15

"Dura por arriba, dura por abajo,
cabeza de víbora y patas de palo"

Buena semana.

viernes, 15 de mayo de 2015

lunes, 11 de mayo de 2015

Adivina, adivinanza

La adivinanza del 11-5-15

"Hombres por aquí, 
hombres por allá;
por una esfera
se suelen pegar"

Recordaros que en un mes 
sabremos quien gana
el 2º concurso literario.
Las puntuaciones van así:
nº 1- 3 votos
nº 2- 1 voto
nº 3- 10 votos
nº 4- 0 votos

Quien no haya votado, que se anime.
Gracias por vuestra compañía.
Buena semana.

viernes, 8 de mayo de 2015

Solución a la adivinanza

La solución a la adivinanza del 4-5-15

Los pantalones.
Entran al sorteo:
1- Cote
2- Isabel Ruiz Alonso
3- Zulueta E
4- miniaturista
5- Begoca
6- azucena
7- Concepción
8- Pilar
9- Miniaturas Lázaro
10- Rosella
11- Susana Sánchez
12- MARGA
13- Fabiola
14- carmen
15- Mª LUISA GARCIA RAMIREZ


Y la ganadora es: 
MARGA.
¡Felicidades!
Gracias a todas por participar.
  • 12

lunes, 4 de mayo de 2015

Adivina, adivinanza

Primera adivinanza del mes de mayo.
Estuve buscando entre mis labores terminadas
cual podría ser el regalo de este mes,
creo que éste os gustará:

A falta de recortarla, esta alfombrita 
que mide 7,5cm x 4,5cm aproximadamente.

Ya sabéis, entre todas las que pongáis
 la respuesta correcta a la adivinanza
sortearé el viernes la alfombra.

La adivinanza del 4-5-15

"Fuimos medias y calzones,
pero en los tiempos modernos
se nos llama..."

Recordaros que podéis seguir votando
los relatos del segundo concurso.

Buena semana.

sábado, 2 de mayo de 2015

Aquí están los relatos del 2º concurso

Bien, cómo os dije, hoy publico los trabajos que me han mandado
para el 2º concurso de relatos y que cuyo premio es este:

Los he numerado por orden de llegada.
Sólo tenéis que leerlos y dar vuestro voto
poniendo "voto por tal número" o "me gusta el...."
El 10 de junio haré el recuento y el 11 sabremos quién gana.

Vaya por delante mi agradecimiento
a tod@s por vuestra compañía y colaboración.

Estos son los trabajos:

Número 1

NO ESTÁ VARADA
No está varada la barca en el olvido.
No está varada.
Sólo acogida por la arena en su descanso.
Espera, serena, atenta, confiada,
viendo llegar la espuma en la marea.
Los oros y la plata la iluminan.
Ya se mecen los remos y las ganas.
No está varada, no, no está varada,
tan sólo aguarda…, espera… esperanza.

Número 2

MI VELERO
Varado en la arena
Quedó mi velero
Bebiendo los vientos
De tu corazón

Soñando que un día
Tu dulce marea
Lo devuelva al puerto
Donde espero yo…


Número 3

PASEOS POR LA PLAYA

Como cada tarde Trusko esperaba mi regreso detrás de la puerta, contento y excitado con la correa en la boca. Ambos ansiábamos a diario respirar aquel olor a salitre y escuchar el ruido de las olas al romper en la orilla. Él, tras su paciente espera y yo, después de mi ajetreado ir y venir laboral, soñábamos durante el día con ese momento de libertad. Corríamos tras las gaviotas con aquel chapoteo que organizábamos cuando nuestros pies se hundían en la arena bañada por el mar. Conocíamos cada palmo de aquella playa aunque las olas borraran nuestras huellas cada día, era casi como nuestro hogar.
Pero aquella tarde algo inusual rompió la monotonía de la orilla. Allí enmedio aquella barca a la cual apenas rozaban las olas. Trusko veloz se acercó a ella y empezó a ladrar, yo aceleré mi paso sin saber lo que iba a encontrar dentro de ella. Apenas llegué pude ver en su interior al ser más hermoso que jamás había visto. Allá abajo, bajo la proa, acurrucada en el suelo de la barca, estaba ella. Sus ojos fué lo primero que captó mi atención, más incluso que su larga cola de pez, eran de un azul tan extraordinario que me pareció que el mismísimo cielo o quizás el mar, se estaba reflejando en ellos. Su piel era blanca como el nácar, casi transparente y su cuerpo estaba arropado por aquella larga melena dorada.
"Trusko calla", le dije, "no ves que la estás asustando". Ella cada vez más encogida y arrinconada me miraba temblorosa y pude ver como por su translúcido rostro se deslizaba una lágrima. Me acerqué a ella un poco más y ví como su muñeca estaba rodeada por una cuerda que a su vez estaba ligada a la barca. Me pareció increiblemente débil, como si su vida se fuera apagando a cada instante.. "no sé quien ha hecho esto contigo, pero voy a devolverte al mar".
Empujé la barca hasta que las olas me ayudaron a moverla. Cuando flotaba, Trusko y yo saltamos a su interior. Empecé a remar mar adentro y cuando nos habíamos alejado lo suficiente de la orilla, exhausto, dejé de remar.
Cogí a la sirena en mis brazos con toda la delicadeza que fuí capaz y con cuidado de que su melena no dejara al descubierto las sinuosas formas que escondía. Poco a poco la introduje en el agua y su cola empezó a cobrar vida. Su pelo se extendió en la superficie del mar como una hermosa corola de pétalos dorados. Y los ojos de ese busto de mujer que quedó flotando, azules como el cielo o como el mar, me miraron fijamente, ya no lloraba y me sonrió momentos antes de desaparecer bajo el agua hacia la profundidad del océano....
Después de muchos años cada tarde Trusko y yo seguimos volviendo a la playa, ya no corremos como antes ni desafiamos a las gaviotas pero a la mitad del paseo, más o menos, nos detenemos en la orilla y clavamos nuestra vista en el horizonte. Él ladra al viento y mueve su cola, y yo, en silencio me quedo mirando al infinito, allá donde se junta el azul del cielo con el azul del mar, e imagino aquellas pupilas que jamás podré olvidar.


Número 4

LA CARICIA DEL ESCORPIÓN

Cuando despertó, percibió un leve cosquilleo recorriendo su espalda. Tumbado sobre la arena, su cuerpo, entumecido y quemado por el sol, apenas respondía a su deseo de incorporarse. A estas alturas, el escorpión se había posado sobre su cabeza, y lentamente, vio cómo se deslizaba por uno de sus brazos. De un fuerte impulso, se levantó, y boquiabierto, contempló que había conseguido salvar la vida y que se hallaba en una espléndida isla. ¡Cuántas tormentas, mareas y tempestades había tenido que batallar hasta llegar allí! ¡Cuántas noches a la intemperie, mirando el infinito y temiendo por su vida habían pasado sin más compañía que sus pensamientos y su miedo!
Contempló el bote y comprobó que la caja seguía allí, bien amarrada. Sin apenas pensarlo y con los dedos todavía doloridos, desenrolló la gruesa cuerda azul y abrió el tesoro de viaje que Lynda le había dado la noche antes de marchar. “Ábrela sólo si durante algún momento ves peligrar tu vida”. Ahora era el momento. De repente, un buen puñado de fotos brotó de la caja y se esparcieron por el bote.
Una tras otra, las viejas fotografías le fueron devolviendo recuerdos de otra vida que ahora parecía muy lejana. Allí estaban los dos, Lynda y él, celebrando su cumpleaños, acá, en su primera cita, y acullá, en su viaje de novios. Recuerdos, y más recuerdos, y en medio de ellos una nota que decía: “Te Quiero. Perdóname. Lynda”.
De repente, una idea asaltó su mente. Recordó el día. El fatídico día en que había vuelto a casa y se había encontrado con la fidelidad de frente. Lynda. “¿Cómo pudiste?”, se preguntó.
Inmóvil, paralizado, se recostó sobre el bote y se quedó profundamente dormido. Al despertar, pensó: “¿Y si ha sido un sueño?”. Pero de nuevo, el cosquilleo del escorpión, esta vez recorriendo sus pies, le recordó que no era un sueño.
Se incorporó, y vio cómo la noche había caído y la oscuridad y el silencio inundaban la isla. Tan solo el rumor de las olas y la compañía de las estrellas parecían ser sus únicos aliados. Y de repente apareció ella. Pálida como la luna, bella como el mar infinito. Se miraron, y enseguida ella se acercó y le tendió la mano. Juntos se adentraron en la isla y supo que ya no estaba sólo y que su nueva vida empezaba en ese momento.


Buena lectura.

viernes, 1 de mayo de 2015

Solución a la adivinanza

La solución a la adivinanza del 27-4-15

La cigüeña

Buen fin de semana
y prepararos para mañana,
que publicaré los trabajos del concurso.
Gracias por vuestra compañía.