Gracias a todos por vuestras visitas y vuestros comentarios.
Agradezco siempre que penséis en mi blog cuando dais premios, pero tengo por costumbre no recogerlos, espero me comprendáis. Tengo premio suficiente con que visitéis este sitio.
- Es una invitación. Nos invitan a conocer la granja de Pepito.
- ¡¡¡Bieeeeeeen!!!
- Esta tarde, después de comer, podemos ir.
- ¡¡¡Valeeeee!!!
- Buenas tardes, Pepito...
- ¡Hola Abuela! ¡Hola, Nenu! Bienvenidos a mi granja. Os voy a enseñar todos los animales que tengo.
- ¡¡¡Bien!!!
- Mira, Nenu, estos son dos perros que viven aquí y que cuidan de las ovejas. Se llaman Hera y Neo. A veces se ponen a correr detrás de las gallinas y les asustan mucho.
- ¡Qué guapos son! Uno negro y otro blanco, ese parece un pirata, con ese parche en el ojo...
- Si, Abuela, son bonitos y además muy buenos pastores. Los recogimos de una perrera, los habían abandonado.
- ¡Qué personas más malas las que abandonan a un perro, Abuela!
- Es verdad, Nenu, son muy malas... Enséñanos más, Pepito...
- Estas son las vacas, más tarde hay que ordeñarlas, y si queréis, os daré un vaso de leche para que veáis que rica.
- ¡Valeeee!...
- Aquí están los caballos, los burros, las gallinas, el gallo, los cerdos...
- ¡Cuántos animales, Abuela!
- Muchos, Nenu, y todos preciosos.
- Mira, ven, Nenu, mira que gatitos tengo aquí. Acaban de nacer.
- ¡Qué pequeños son! ¡Y qué suaves!
- ¿Te quieres llevar uno?
- ¿Puedo, Abuela? ¿Podemos tener uno?
- Ya lo pensaremos, Nenu, aún son muy pequeños y tienen que estar con su mamá. Dentro de unos meses llamamos a Pepito y ya decidimos si cogemos alguno.
- ¡Vale, Abuela!
- Bueno, Pepito, tenemos que irnos. Lo hemos pasado muy bien.
- Gracias por haber venido. Os espero otro día para qué veáis a los gatitos.
- De acuerdo, Pepito. ¡Adios!
- ¡Adios, Nenu! ¡Adios, Abuela!
- Me ha gustado mucho esta visita, Abuela.
- A mi también, Nenu.
Y ahora, la canción qué medio justifica la historia.
En este caso se llama "la granja de mi tio" pero da igual,
seguro que alguien tiene un tío que se llama Pepito