Difícilmente se puede versionar a Dalí.
Encontré por internet el gráfico de este cuadro que nos encanta
y ya sabéis, ¡no puedo resistirme!
debería ser un pulpo, con ocho brazos, para poder bordar más cosas.
Dice Laura, hija mayor, y la que será dueña del cojín con el bordado,
que talmente es como si se estuviera derritiendo con el calorón que hace estos días.
¿Por qué cojín?
Porque no hay paredes para tantos cuadros,
y porque sale más barato que enmarcar, jejejeje.