-Abuela, abuela, ¿podemos bañarnos en la piscina?
- Pues... no se, Nenu. Mira que nubarrones hay...
-Da igual, Abuela, un ratito, ¡porfiiiii!
-Bueno, un ratito, pero en cuanto yo diga ¡afuera!...
-Si, Abuela.
- Y, ¿quién es tu amiguito?
- Es Pedro, Abuela. Ha venido a pasar el verano al pueblo.
- ¡Hola, Pedro!, ¿tú también quieres bañarte en la piscina?
- Me gustaría mucho, Abuela, pero no he traído bañador.
- Eso lo arreglamos rápidamente. Vamos al baúl de todas las cosas, seguro que allí hay alguno que te sirva.
- ¡Gracias, Abuela!
- ¡Mira que guapos estáis...! Pos ale, ¡al agua, patos!
= ¡Vale, Abuela!
- Toma, Pedro, te dejo el flotador para jugar.
- ¡Qué chulo! es un cocodrilo...
- ¡Siiiii! a mi me gustan mucho los cocodrilos...
- ¡Ayyyyy! ¡qué fría está el agua!...
- ¡Enseguida parecerá caliente, sólo es acostumbrarse!
- ¡Madre mía!, como se está poniendo, si parece que llueve. ¡Niñoooooos! ¡Niñoooos! ¡Salid del agua, que os vais a mojaaaaaaaaar!...
= Ja, ja, ja, ja, Ahora vamos, Abuela.
- Tomad, un bocadillo bien rico de pan con chocolate.
= ¡Gracias, Abuela!
- ¿Vendrás otro día, Pedro?
- Me gustaría mucho.
- Pues ven cuando quieras, y así juegas con Nenu.
¡Salid del agua, que os vais a mojar!, eso decía mi abuela,
¡cómo si no estuviéramos ya mojadas!.
¡Estas abuelas!
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