Cada día, a las ocho, salimos a la ventana para aplaudir y así demostrar nuestro agradecimiento a los trabajadores de la sanidad pública; así fue al principio.
La cuarentena se va alargando, pero se sigue saliendo a las ocho a la ventana y se aplaude, ahora, sumando, a los sanitarios, las fuerzas del orden, los bomberos...
Hace unos días he leído por ahí que hay un enfermero que no quiere aplausos, lo cual respeto, pero tiene todo un tufillo político que no me gusta.
El que no quiera aplaudir, que no aplauda, tiene todo el derecho,
pero que no me politicen mis aplausos, no voy a consentirlo.
Saldré a aplaudir cada día, aunque me quede sola, porque mis aplausos son para los sanitarios, bomberos, policías, camioneros, taxistas, repartidores, carteros, personal de los supermercados, y todas las personas que hacen que la rueda gire. También aplaudo por mis vecinos, por los mayores, por los niños, por los que nos dejaron, por los enfermos.
Y aplaudo por la esperanza, por la alegría, porque todo esto acabe y volvamos a una cierta normalidad.
Y, por qué no decirlo, aplaudo por mi, para darme valor para saber sacar todo lo bueno que pueda haber en esta experiencia.
Cuidaros mucho
👏👏👏👏
😘😘😘😘