Bien, cómo os dije, hoy publico los trabajos que me han mandado
para el 2º concurso de relatos y que cuyo premio es este:
Los he numerado por orden de llegada.
Sólo tenéis que leerlos y dar vuestro voto
poniendo "voto por tal número" o "me gusta el...."
El 10 de junio haré el recuento y el 11 sabremos quién gana.
Vaya por delante mi agradecimiento
a tod@s por vuestra compañía y colaboración.
Estos son los trabajos:
Número 1
NO ESTÁ VARADA
No está varada la
barca en el olvido.
No está varada.
Sólo acogida por la
arena en su descanso.
Espera, serena,
atenta, confiada,
viendo llegar la
espuma en la marea.
Los oros y la plata la
iluminan.
Ya se mecen los remos
y las ganas.
No está varada, no, no
está varada,
tan sólo aguarda…,
espera… esperanza.
Número 2
MI VELERO
Varado en la arena
Quedó mi velero
Bebiendo los vientos
De tu corazón
Soñando que un día
Tu dulce marea
Lo devuelva al puerto
Donde espero yo…
Número 3
PASEOS POR LA PLAYA
Como cada tarde Trusko esperaba mi regreso detrás de la puerta, contento y excitado con la correa en la boca. Ambos ansiábamos a diario respirar aquel olor a salitre y escuchar el ruido de las olas al romper en la orilla. Él, tras su paciente espera y yo, después de mi ajetreado ir y venir laboral, soñábamos durante el día con ese momento de libertad. Corríamos tras las gaviotas con aquel chapoteo que organizábamos cuando nuestros pies se hundían en la arena bañada por el mar. Conocíamos cada palmo de aquella playa aunque las olas borraran nuestras huellas cada día, era casi como nuestro hogar.
Pero aquella tarde algo inusual rompió la monotonía de la orilla. Allí enmedio aquella barca a la cual apenas rozaban las olas. Trusko veloz se acercó a ella y empezó a ladrar, yo aceleré mi paso sin saber lo que iba a encontrar dentro de ella. Apenas llegué pude ver en su interior al ser más hermoso que jamás había visto. Allá abajo, bajo la proa, acurrucada en el suelo de la barca, estaba ella. Sus ojos fué lo primero que captó mi atención, más incluso que su larga cola de pez, eran de un azul tan extraordinario que me pareció que el mismísimo cielo o quizás el mar, se estaba reflejando en ellos. Su piel era blanca como el nácar, casi transparente y su cuerpo estaba arropado por aquella larga melena dorada.
"Trusko calla", le dije, "no ves que la estás asustando". Ella cada vez más encogida y arrinconada me miraba temblorosa y pude ver como por su translúcido rostro se deslizaba una lágrima. Me acerqué a ella un poco más y ví como su muñeca estaba rodeada por una cuerda que a su vez estaba ligada a la barca. Me pareció increiblemente débil, como si su vida se fuera apagando a cada instante.. "no sé quien ha hecho esto contigo, pero voy a devolverte al mar".
Empujé la barca hasta que las olas me ayudaron a moverla. Cuando flotaba, Trusko y yo saltamos a su interior. Empecé a remar mar adentro y cuando nos habíamos alejado lo suficiente de la orilla, exhausto, dejé de remar.
Cogí a la sirena en mis brazos con toda la delicadeza que fuí capaz y con cuidado de que su melena no dejara al descubierto las sinuosas formas que escondía. Poco a poco la introduje en el agua y su cola empezó a cobrar vida. Su pelo se extendió en la superficie del mar como una hermosa corola de pétalos dorados. Y los ojos de ese busto de mujer que quedó flotando, azules como el cielo o como el mar, me miraron fijamente, ya no lloraba y me sonrió momentos antes de desaparecer bajo el agua hacia la profundidad del océano....
Después de muchos años cada tarde Trusko y yo seguimos volviendo a la playa, ya no corremos como antes ni desafiamos a las gaviotas pero a la mitad del paseo, más o menos, nos detenemos en la orilla y clavamos nuestra vista en el horizonte. Él ladra al viento y mueve su cola, y yo, en silencio me quedo mirando al infinito, allá donde se junta el azul del cielo con el azul del mar, e imagino aquellas pupilas que jamás podré olvidar.
Número 4
LA CARICIA DEL ESCORPIÓN
Cuando despertó, percibió un leve cosquilleo recorriendo su espalda. Tumbado sobre la arena, su cuerpo, entumecido y quemado por el sol, apenas respondía a su deseo de incorporarse. A estas alturas, el escorpión se había posado sobre su cabeza, y lentamente, vio cómo se deslizaba por uno de sus brazos. De un fuerte impulso, se levantó, y boquiabierto, contempló que había conseguido salvar la vida y que se hallaba en una espléndida isla. ¡Cuántas tormentas, mareas y tempestades había tenido que batallar hasta llegar allí! ¡Cuántas noches a la intemperie, mirando el infinito y temiendo por su vida habían pasado sin más compañía que sus pensamientos y su miedo!
Contempló el bote y comprobó que la caja seguía allí, bien amarrada. Sin apenas pensarlo y con los dedos todavía doloridos, desenrolló la gruesa cuerda azul y abrió el tesoro de viaje que Lynda le había dado la noche antes de marchar. “Ábrela sólo si durante algún momento ves peligrar tu vida”. Ahora era el momento. De repente, un buen puñado de fotos brotó de la caja y se esparcieron por el bote.
Una tras otra, las viejas fotografías le fueron devolviendo recuerdos de otra vida que ahora parecía muy lejana. Allí estaban los dos, Lynda y él, celebrando su cumpleaños, acá, en su primera cita, y acullá, en su viaje de novios. Recuerdos, y más recuerdos, y en medio de ellos una nota que decía: “Te Quiero. Perdóname. Lynda”.
De repente, una idea asaltó su mente. Recordó el día. El fatídico día en que había vuelto a casa y se había encontrado con la fidelidad de frente. Lynda. “¿Cómo pudiste?”, se preguntó.
Inmóvil, paralizado, se recostó sobre el bote y se quedó profundamente dormido. Al despertar, pensó: “¿Y si ha sido un sueño?”. Pero de nuevo, el cosquilleo del escorpión, esta vez recorriendo sus pies, le recordó que no era un sueño.
Se incorporó, y vio cómo la noche había caído y la oscuridad y el silencio inundaban la isla. Tan solo el rumor de las olas y la compañía de las estrellas parecían ser sus únicos aliados. Y de repente apareció ella. Pálida como la luna, bella como el mar infinito. Se miraron, y enseguida ella se acercó y le tendió la mano. Juntos se adentraron en la isla y supo que ya no estaba sólo y que su nueva vida empezaba en ese momento.
Buena lectura.
Uf !! que difícil . La verdad es que los cuatro están muy bien . Personalmente me quedo con el tercero .
ResponderEliminarQue gane el mejor .
Besitos
Admiro profundamente la capacidad de expresar algo hermoso con palabras.
ResponderEliminarLos cuatro escritos me han tocado una fibra sensible y me resulta difícil decidir.
Pero mi favorito, por mezclar la belleza y los sentimientos con la fantasía, es el número tres, "Paseos por la playa".
Mi felicitación para todos los autores y ¡mucha suerte!
Me gustan muchisimo los tres, los dos primeros cortos pero muy buenos y esos relatos largos que he disfrutado peyendo....lo primero agradecer a esas autoras desconocidas y felicitarles por tan preciosas palabras.
ResponderEliminarHay que decidir por uno y además de ser mi número preferido el tres es mi elegido. difícil y complicada decisión.
Gracias por estos concursos.
Un abrazo
Maite
Yo rompo la baraja y voto por el número uno :) Ahí es donde mi corazón me ha llevado :)
ResponderEliminarUn beso!
Todos son buenos pero el uno sin dudarlo
ResponderEliminarBss
Mi voto es para el tres, siempre me han gustado las sirenitas.Un beso
ResponderEliminarMe gustan todos, es muy difícil escoger uno. Quizá me quedo con el tres.
ResponderEliminarBesos y suerte.
Uffff que dificil,tengo que releerlos,besitos
ResponderEliminarYo voto por el 2
ResponderEliminarMe gustan todos, pero si he de elegir voto el tercero ...... Suerte a tod@s y gracias May.
ResponderEliminarpensé que ya había votado ...a ver, mi querido y recordado bicho se llamaba Trosko ...casi como el del nº 3, se le fué una letra a mi amiga ...o sea ...el 3 ...con Trosko en vez de Trusko , ha sido un fallo de la autora ...jaaaa
ResponderEliminarEs un poco dificil elegir uno, pero despues de pensarlo un ratito me quedo con el 3.
ResponderEliminarGracias por organizar estos concursos!!
Que bonito y evocador, me encanta... me quedo con el número 3
ResponderEliminarmuchas gracias!!
Me quedo con el uno... "espera atenta serena y confiada"...me lo tendría que aplicar
ResponderEliminarvaloro todo lo que sea imaginación y sentimiento... y ahí es donde me divido, está vez votare por lo primero, el nº 3
ResponderEliminarDifícil! Pero como canto a la paciencia y a la esperanza me quedo con el uno.
ResponderEliminarGracias tocaya!! Un besote
¡Hola! Es muy difícil la elección pero el nº1 me ha conquistado, me ha llegado al corazón, es la esperanza que nunca se pierde y lo que nos hace seguir luchando. Me ha encantado.
ResponderEliminarFelicidades a las/os participantes, son unos escritos preciosos. y Gracias a ti por el concurso.
Un besote
Dificil elegir todos preciosos , pero me quedo con el uno
ResponderEliminarBesos guapa vte
Bueno, aún he llegado a tiempo de leer estos relatos tan bonitos. Los cuatro me han gustado mucho, felicidades a todas las autoras! Pero me decanto por el nº 3 porque es una historia muy original y tierna a la vez.
ResponderEliminarSuerte a las cuatro!
Besitos
Isabel