Difícilmente se puede versionar a Dalí.
Encontré por internet el gráfico de este cuadro que nos encanta
y ya sabéis, ¡no puedo resistirme!
debería ser un pulpo, con ocho brazos, para poder bordar más cosas.
Dice Laura, hija mayor, y la que será dueña del cojín con el bordado,
que talmente es como si se estuviera derritiendo con el calorón que hace estos días.
¿Por qué cojín?
Porque no hay paredes para tantos cuadros,
y porque sale más barato que enmarcar, jejejeje.
Que chulo, el reloj blando de Dalí!!!
ResponderEliminarTienes razón, enmarcar sale por un pico.
Besos
Un trabajo preciosísimo. A mi me encantan los cojines, es una pena que se estropee más el bordado, pero creo que tocándolos se disfrutan más. Tengo una tonteriita para ti. Como siempre no encuentro tu dirección, si fueras tan amable...
ResponderEliminarY al paso que vas, se acabarán las sillas para los cojines, jaaaa!, pero sigue bordando May. Me encanta ese reloj!!
ResponderEliminarUn beso! :)
Precioso, da igual en cuadro que en cojín.
ResponderEliminarEs muy bonito......estoy de acuerdo, las paredes se quedan pequeñas.
ResponderEliminarUn abrazo
Maite
Una belleza!!! y ha quedado precioso en cojín.
ResponderEliminarBesos
Lo encuentro precioso y muy original. Me gusta mucho.
ResponderEliminarComo admiro tu trabajo !! Es precioso . Santa paciencia .
ResponderEliminarUn beso
Fantástico te ha quedado,besitos
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